Apr 23, 2007

Mi amigo Marc

(Es como la novena vez que uso el título de aquella película para titular un post)

Ya. Luego de una semana de disertaciones improvisadas, entrevistas chantas pero revolucionarias (lo siento, aun no puedo estrenarla), páginas Web que debo crear pero que aun no se de qué hacerlas (y no… no me quiero meter con el cacho de hacer una página de videojuegos, porque ya hice una revista) volvemos a la carga, pero no vaya a creer que viene contenido de ese que quema pestañas y adormece lectores.

¡NO!

Hoy nos uniremos a la postmodernidad y al espíritu ligero de la red para traerles un material basado exclusivamente en recursos audiovisuales. O sea, me valdré del trabajo de otros para hacerme popular. Amo este trabajo (a propósito de trabajo, revisé mi cuenta de Google Ads y hasta el momento llevo 49 centavos; el primer cheque lo mandan a los 100 dólares, así que tendré suerte si me pagan antes de la segunda venida de Jesucristo).

La locura que les traigo la pillé de sorpresa mirando uno de mis programas fetiche favoritos, “The Soup”, que dan en el E! (abucheen los que quieran, los entiendo). El sucesor espiritual de Talk Soup (un programa del cual fui adicto en mi adolescencia) es, tal como este post, un tributo a la televisión moderna, a la cultura del zapping y al siempre útil concepto de colocarse sobre la popularidad de ciertos fenómenos y derribarlos a través de frases extremadamente elaboradas que generalmente usan ironías y que tratan de parecer complicadas por ser largas pero finalmente terminan diciendo nada.

Uf.


Si Talk Soup se mofaba de lo que en ese entonces era la moda: los Talk Shows (¡AAAH! ¡POR ESO SE LLAMABA ASÍ!), ahora The Soup lo hace con la cultura mediática que la lleva en los Estados Unidos: los realities y Youtube.

Sobre realities es más complicado entender las tallas porque esa programación no llega a mi cable básico ni menos dedico mis horas de Internet a buscarlas (hay otros intereses más pulentosos) , peor si a veces sale alguno que otro comercial de televisión local, o video loco de Youtube.

Esta vez es uno de los primeros. Un comercial presentado sólo a través de la television de Ohio, pero que gracias a la computación (o por desgracia de ella) podemos presenciar.

La pieza trata sobre uno de esos típicos vendedores que conocemos por las películas, series, y demases productos de la industria cultural gringolia que prometen los mejores precios, atención personalizada y gangas difíciles de rechazar (generalmente en automóviles, sólo que esta vez son muebles. Y créditos.)

El texto dice algo así:
“Buenas noticias para quienes tienen problemas con créditos. Muebles Norton está aquí para usted. Ahora, en serio, si no puedes tener un crédito en mi tienda, no pueden conseguirlo en ninguna otra”. Y remata con la frase que mata: “Mi nombre es Marc, y puedes contar con ello”

Pero claro, si les muestro la frase así, sola, en la triste melancolía del blog no causa nada. Tenga en mente el texto mientras vea el comercial que vi esta mañana en The Soup.



Mi sorpresa fue que las bondades de los intertubos me llevaron a conocer más versiones de este comercial, que vistos en un orden cronológico, incluso pueden contar una historia de traiciones, muerte, lavado de dinero y cha cha cha. Eso tendrán que averiguarlo ustedes, pues yo lo haré en orden de gustos del humilde servidor. Primero, nuestro amigo Marc juega a ser una lámpara. (En serio)



Luego es el comienzo de una saga. No es novedad que el arte de vender muebles esta directamente relacionado con las artes marciales orientales. En serio. Si no pregúntenle al “pequeño saltamontes”.




(Hay 2 más de la serie, a los cuales puedes tener acceso a través de este link. Y de este otro)

No sólo nuestro amigo Marc es quien puede dar las bondades de su tienda. No señor. La popularidad trasciende las fronteras del país de las barras y las estrellas y por qué no decirlo, el universo entero. Así, con un alto grado de conciencia social, el primero de esta parte del conteo es un spot que hace referencia al drama de la inmigración a Estados Unidos. Si no, pregúntele a Gadolin.



Y el otro… bueno, no se de donde sacan estas ideas, pero ya se pudieron dar cuenta que esto cada vez se vuelve más insano…



Y si creían que la creatividad publicitaria había llegado a su cúspide… SE EQUIVOCAN, INFAMES BESTIAS. He dejado lo mejor para el final, no como su MALDITA PIRÁMIDE INVERTIDA, mequetrefes (aunque pensándolo bien, dejar lo mejor para el final solo me hace perpetuar el modelo “finalicista”, crap).

Resulta que según las descripciones de Youtube, existe una serie de 3 comerciales llamados “Ghoul”, que vendría a ser como “espíritu necrófago” según babelfish (el único acercamiento con al palabra lo había tenido con el juego “Ghouls and Ghosts”, más conocido como la imposibilidad hecha juego)

Y la verdad es que no se donde hay un espíritu, o donde hay necrofagia Sólo se que si antes la evidencia de una experimentación con drogas blandas era evidente, al parecer ahora no son anda blandas, sino más bien duras. Peor partamos con el primer episodio de la trilogía Ghoul.



Luego de presentarse en sociedad, nuestro amigo trata de salvar a Marc…



Pero sólo para llevarlo a la peor de las pesadillas. Que coincide justo con el mejor comercial de todos los hechos por Norton Furnitures. NO les adelantaré nada. Solo disfrútenlo. Si es que lo entienden, claro está.



Estados Unidos se vende como la tierra de las oportunidades. Por lo menos para los blancos. Esa la única forma con al cual me explico que un vendedor de muebles llegue a tener un programa a través de Internet, el cual promociona a través de su sitcom, y del cual pueden ver algunos trozos en su perfil de Youtube.

Así que sabe señor Velasco, lo que las PYMES necesitan no es un paquete de medidas, sino al posibilidad de sacar sus comerciales al aire… E incluso llegar a tener sus programas.

Porque realmente, ¿alguien me puede decir que alguno de los spots colocados arriba es mejor que el de Josefina Correa? ¿O los del Banco Nova? ¿O ese maldito cabro chico de Visa? ¿O los animales que hablan como flaites? ¿O peor aun, esos pseudos cantos épicos a una institución tan fracasada como la Selección Chilena?

Si chiquillos y chiquilinas, estamos mal. Por eso, desde la distancia te saludo, Marc Norton, por tus esfuerzos creativos, indecentes, inocentes y llenos de ese delicioso espíritu capitalista de ganar dinero a cualquier costo.

Que el éxito se pose sobre tu alargada cola de caballo y que por favor, me des el crédito que te estoy pidiendo. Aunque la verdad, que quede entre nosotros, sí hay lugares donde es más fácil endeudarse que donde nuestro amigo Marc.

And that’s the chilean way, baby.

PD: En un ámbito totalmente diferente e irrelevante, este video con el remix de la nueva moda de Internet me pareció buenísimo. Incluso me bajé el MP3 con la versión extendida y sin cortes. Y eso que aun ni veo la película. Al final si tenía que ver con las técnicas publicitarias, ¿no?



Maldita semiótica.

1 comment:

Anonymous said...

Te maldigo, Christiansen!

Por ver tus diabólicos videos, no he estudiado nada de RR.PP. Que el infierno se lleve tu oscura alma.

en otro punto (relacioando) yo recién empecé a ver Talk Soup cuando slía la negra (por obvias razones), y solo ahce poco, gracias al especial que hicieron en The Soup, me enteré que GREG KINNEAR (¿Así se escribe?) fue el primero en hacer el ridículo frente a un chroma con cucharas.

El pasado es un lugar atemorizante...