Mar 24, 2007

Una golondrina...



Solo para reponer un poco la sequía de posts con lo que debe ser uno de los clásicos absurdos de Youtube. Desde su publicación a mediados de octubre de 2006, las visitas superan el millón trescientos mil. ¿Es por cosas de ese tipo que la Revista Time nos escogió a "nosotros" como la persona del año? Yo creo que más bien tiene que ver con el no haber aceptado los resultados de un instrumento creado por ellos, porque nunca pensaron que alguien cómo Chávez recibiría tanto apoyo. ¿Será por eso que Bush se hizo bolivariano?. Bueno, así es la democracia.

Las razones de la sequía serán puestas muy pronto. Les adelanto que hay una serie de causas físicas y mentales que impiden el normal curso del blog. De hecho, hay un par de posts que tengo ya articulados, documentados y muchos más ados, pero no les he puesto el remate.

Quien sabe.

Por mientras los dejo con las versiones en italiano, alemán, portugués, español y, por supuesto, japonés de nuestro video estrella del día. Porque amamos el exceso. Pero a veces hay que acotarlo. Más detalles en la próxima entrega.

Por ahora, sólo un chao.

PD: Diablos, no puedo evitar hacer mi comentario. Traté de hacerlo. Pero bueno.

Resulta que Youtube fue sindicado como la gran "revolución de contenidos" del año pasado, y que junto con el explosivo auge de los blogs y sitios sociales como Myspace, ayudaron a que al revista Time tuviera la gran "excusa" para elegirnos como personas del año (nombramiento del cual aun espero un chocosito aunque sea).

Pero si nos vamos a lo concreto, todo lo que le nombré anteriormente tiene responde más a necesidades sociales y de entretenimiento que a las de "empoderamiento" o utilidad mesiánica que muchos alguna vez otorgamos a los poderes mágicos de Internet. Pero cuando vemos que el video más visto de todos los tiempos es un tipo bailando o que en la categoría de "noticias y política" el más visitado es una noticia sobre tipos que abren puertas sin llaves, me empiezo a cuestionar donde diablos tomamos el poder.

Si a esto le sumamos que si de comentarios se trata, los primeros lugares son un tipo tocando guitarra o una actuación de la canción de pokemon, no creo que haga falta seguir dando antecedentes.

Mi teoría es esta: todo es parte de una estrategia sistemática (de quién, no lo se, para eso ayúdenme) en donde se busca concentrar el contenido de los medios de comunicación masivos y establecidos (o sea, todos menos internet) en las personas que siempre han estado allí: los periodistas, las estrellas, los directores, las actrices, los políticos ,etc. y abrir este campo de "internet" como el único campo mediático donde los civiles pueden generar sus contenidos de diversión e intercambio social sin la necesidad previa de tener que ir hacia el medio, ya que el medio está en tu casa.

Muchos me dirán "pero que está hablando este tipo, si en la era reality lo más importante es el valor de la persona desconocida y corriente por sobre la celebridad ya conocida". Si, eso estaría correcto, si estuviéramos en la era reality de años atrás, es decir, cuando recién nació el género.

Dejando de lado la discusión sobre si los reality show son realmente reflejos de la realidad y no instrumentos totalmente maqueteados y manipulados (que es lo que creo), sí es un hecho que la tendencia mundial es a llevar los mismos formatos que alguna vez tuvieron como protagonistas a personas comunes y corrientes, ahora despiertan mucho más interés al poner a gente conocida.

Haga memoria, ¿Cuá fue el último reality realmente exitoso de Chile? La Granja VIP. O si nos ponemos exquisitos, podríamos decir que Vértigo Extremo, que está entre la delgada línea que divide un reality con un concurso.

Y si de concurso se trata, ¿se ha dado cuenta que hoy los premios no se los llevan personas como uno, sino que los mismos famosos? Pienso en esos programas de Baile, en "Quién merece ser millonario", en La Vida Surrealista, en Entretemundo, y así. ¿Quién no recuerda al era de oro de los programas de concurso? Baluartes como "El tiempo es Oro" me vienen a la mente. Pero ahora no.

Los pocos programas de concurso que quedan, como Rojo por ejemplo, no cumplen la función de hacer conocido a alguien por su cotidianidad, sino que al contrario, pretenden ser el camino que debe recorrer alguien desconocido para ser reconocido y por ende, merecer estar en los medios.

Es evidente que en esto de la TV no hay absolutismos, ya que siempre uno puede encontrar ejemplos que van hacia el otro lado, pero acá estoy hablando de TENDENCIAS, no de VERDADES.

Ya, supongamos que me compró el cuento. Sí, los medios se basan en la autorrefencia, mientras que a su vez han ayudado a construir esta especie de catarsis psicosocial llamada Internet para que el mundo exprese su individualidad, sea libre y tenga "las mismas oportunidades" que cualqueir otro de expresarse, ser leídos, abrazados y felicitados.

Entonces, ¿qué hay de malo en eso? Suena hasta mejor. Si sumamos el hecho de que las personas ya no tiene que acudir a los medios, ya que lo cotidiano es el medio y que además, la tele y los diarios ya están tan sucios y llenos de chatarra que es hasta más ético aparecer en internet, entonces no hay como nada de que quejarse.

Error.


La ventaja que han tenido, tienen y tendrán los medios clásicos de difusión masiva es que por su alcance, potencialidad y comodidad, son el lugar por definición donde se encuentran las figuras de poder REAL (ya sea político y/o económico) y claro, haciendo esta arbitraria división que a todos parece tan cómoda y natural, los más beneficiados son ellos.

¿O acaso le parece coincidencia el hecho que por culpa de una teleserie este año no haya nueva temporada de "El Termómetro"? ¿O que ahora todos, desde Amaro hasta Luchito Jara, pasando por la Marlén y Chavito se están subiendo al Transantiago para "ofrecer una visión vivencial"?

A mi no. Y lamento que sea así, porque tanto Internet como las Radios Comunitariasu otros tipos de difusión entregados por la mano invisible del mercado a la ciudadanía no son más que espejismos de universalidad.

Seamos sinceros: solo una élite, de la cual no me avergüenzo participar, tenemos acceso a un computador decente, en casa, con banda ancha y las ganas de usarlo para algo más que Messenger. El porcentaje de penetración se calcula cercano al 16% de la población mundial según Internet World Stats. Otros dicen que el 2010 recién se llegará a un 10% de la población mundial. Sea cual sea el caso, cerca de 5 mil millones de personas en el mundo no cuentan con acceso a Internet, o tienen acceso, pero no lo utilizan.

A lo que voy es que los poderes políticos y/o económicos solo se moverán de manera compulsiva a Internet (y así, equiparando participación) cuando estos sean centros de gran influencia, y no la mínima que es ahora. Sabiendo que siempre habrá un Paulsen, un Bustamente, una Santamaría o una Saavedra dispuestos a entrevistarlos, o mientras haya periodistas cubriendo sus conferencias de prensa o encuentros empresariales, les queda súper cómodo.

Además, es curioso que mucho del material que puede encontrarse en la parte de Youtube dedicada a Noticias y Política sean reportajes sacados de... sí, lo adivinó, los medios tradicionales.

Creo que gran parte del efecto narcótico de la televisión se da en parte al ver siempre a las mismas personas una y otra y otra vez, lo cual causa una disminución en las ganas de poder participar. De la misma forma en que ya nadie tiene tantas ganas de ir a la tele porque todos los concursos son entre famosos, tengo la impresión de que mientras no se vea a nadie de la cotidianeidad accediendo a instancias de poder o intercambiando con los que están más arriba, tampoco tiene mucho sentido empezar a participar.

Y eso, un gatito que se duerme, no lo va a solucionar.

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