Mar 9, 2007

Me mojé...



Quería hacer mi primer post sobre videojuegos con algo grande, y que mejor que hablarles de quien quizás sea el más grande genio y artista del entretenimiento digital. Personalmente, la única persona a la cual admiro en este mundo, el señor Shigeru Miyamoto. Él es como la demostración de que Dios existe, ya que a la pregunta “¿Si Dios creó al universo, quién creó a Dios?” la respuesta es sólo una: Shigeru Miyamoto.

Y de paso –y es última vez que lo digo- ha sido el mentor de las ideas más revolucionarias en el mundo de los juegos de video, solo nombrar las más conocidas: Mario, Zelda, Star Fox, Pikmin… y por supuesto el Wii, por nombrar una ínfima cantidad de proyectos en los que ha influenciado y participado.

Pues bien, este japonés que prácticamente tiene a toda la industria a sus pies en el mundo entero y es seguido por la competencia y respetado por los críticos dio una charla en el Game Developers Conference, una especie de oasis para los desarrolladores de juegos, donde las compañías suelen revelar sus secretos, mostrar sus proyectos a otros diseñadores y, lo más importante, las charlas con eminencias del pasado y del presente.

Pero sin dudas la estrella del show fue el regreso a ese evento de Shigeru Miyamoto, quien se había presentado antes en 1999 a hablar de sus experiencias, sus inspiraciones y sus visiones sobre el cada vez más amplio mundo del arte digital interactivo. En esa ocasión contó que sus experiencias de niñez lo habían inspirado a crear Zelda, la inspiración que tuvo con Star Trek para idear los tubos es Mario, etc.

Pues bien, 8 años más tarde, vuelve a ser invitado. Desde diciembre se había anunciado ya su conferencia, lo cual abrió grandes expectativas sobre que cosas iría a decir y que secretos revelaría sobre el nuevo gran éxito de Nintendo: el Wii.

Bueno, hace unas semanas se supo que no habría nada de eso, porque Nintendo en Japón está pasando por una compra-venta de acciones muy grande, y por leyes se supone que en ese periodo no pueden hacerse anuncios muy colosales.

Pero de todos modos algo dejaría escapar. Total, es Miyamoto, es algo más allá de la mera comprensión física. Nadie sabría exactamente que demonios iba a decir. Libertad era la palabra. Y claro, si a eso le sumamos que el presidente de Nintendo of America, conocido como Reggie o el único hombre capaz de vencer a Chuck Norris dijo que “Miyamoto lanzaría un par de fuegos artificiales”, la charla se volvía un indispensable para mi alma nerd.

Y así fue. No me iré por lo técnico, si por lo curioso. Luego de aparecer en gloria y majestad mientras se fundía con su versión caricaturizada en el Wii, y usar la función de fotos del Wii como Power Point (detalles, detalles) el tipo empezó a hablar.

Y la verdad, pudo haber dicho que los elefantes amarillos atraen a las abejas celestes por el pasillo marrón y el público hubiese prendido igual.

Y la verdad no estuvo tan lejos de eso. Dentro de la casi hora y media que estuvo en escenario, voy a recoger una de las analogías más extrañas que he escuchado en el último tiempo, para explicar algo tan sencillo como la inspiración para hacer juegos.

Porque ante la pregunta ¿jugarán las personas mis juegos? (qué ingenuo), la respuesta no está en estudios de mercado, ni en muestreos, ni en focus groups o cosas así. No, el medidor de la calidad y meta de sus juegos es… su esposa.

Incluso acompañó sus imágenes con lo que el llamó el “wife-o-meter” o el “esposómetro” si lo llevamos al español. Es lo que el utilizó para ejemplificar su proceso creativo.

Y la premisa es muy sencilla: diseñar juegos y consolas que su esposa enganchara para jugar, ya que si la hacían jugar a ella era como hacer jugar a todo el mundo (intuyendo que ella se casó con el por su carisma y personalidad y no por tener acceso a la mayor biblioteca de juegos del universo).




Así partió de a poco contando sus experiencias, como el haber llevado un perro a la casa y ver como su esposa interactuaba con él se el ocurrió hacer el Nintendogs, o como la interfase del Wii fue hecha de manera tal que se adaptara a las cosas que su esposa hacía, como ver televisión. Así, el esposómetro iba subiendo y su éxito también.

Y al parecer este tipo sabe lo que hace, y aunque haya sido medio en broma y medio en serio, lo cierto es que esa señora ha conducido a las mayores innovaciones de los últimos tiempos, sin hablar de ser éxitos comerciales para la empresa nipona.

El día en que el esposómetro se llenó fue cuando llegó a la casa y escuchó que alguien jugaba con el Wii en el living, pensando que era alguno de sus hijos, pero no, era su esposa interactuando por si sola, divirtiéndose.

Ahora me pregunto, ¿y que tal si un día se les ocurre la idea de sacar este esposómetro? De seguro muchos lo comprarían(mos). Imagínense que pudiera medir el nivel de dolor de cabeza antes de intentar incursionar amorosamente. Así sabríamos si acudir primero al viagra o a la aspirina. O tal vez midiera las ganas reales de querer ir al mall un día para hacerse el loco con la tarjeta de crédito.

O al revés, las esposas podrían medir las ganas de jugar al fútbol del marido para saber que día invitar a comer a los suegros, medir el nivel de testosterona cada vez que la vecina pasa a pedir una tacita de azúcar o medir el nivel de anticipación del marido al ver como abre un regalo para ver que tanto se debe sobreactuar el hehco que te gsuta la basura que te quiso regalar con tanto cariño y que más encima queda chica.

Ja, que genérico.

Pero bueno, ¿y en que parte este humilde servidor perdió el sentido? Bueno, cuando comenzó a hablar del futuro y hacia donde debe ir la industria, no aguantó y tuvo que mostrar un video de su próxima obra maestra. Por favor véanlo y después lo comento.



VIERON ESO. Nunca antes había visto un título de Mario con un diseño de niveles y animaciones tan malditamente alocadas, redondeadas y rompiendo nuevamente los esquemas de la tradición normal de la industria. No se de donde habrá sacado esas ideas, pero realmente se ve un juego lleno de vida, épico, interminable. Ya nos e como describirlo.

Pero como Miyamoto también sabe ser un maldito, solo se atrevió a decir “este juego lo disfrutarán el 2007”. Claro… obviamente para NAVIDAD, cuando estos tipos puedan sacar la mayor cantidad de dinero al mundo, mientras yo estaré a una semana de empezar, con suerte, mi práctica en algún medio explotador del país. Rico tu juego.

La maldita prohibición sólo le permitió mostrar eso, pero bastó para provocar un orgasmo a los millones de fanáticos de Mario alrededor del mundo.

Para celebrar, esta noche será la Wii Party Extended Not-Gay Reloaded Version, donde brindaremos en torno a la consola que cambió el concepto de “juego previo”. Si no pregúntele a la esposa de Miyamoto. Y sí, los jugadores también sabemos amar. Solo que encontrar gente vestida de rosado, raptada por una tortuga y encerrada en un castillo para ir a rescatar hay cada vez menos en el mundo.

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