¿Han visto la última campaña del Ministerio de Salud? ¿Si? ¿No? Bueno, al parecer una de las metas para el Bicentenario de la Primera Junta Nacional de Gobierno –aparte de erradicar la pobreza, ser un país desarrollado y ganar el mundial de fútbol- es tener un país libre de rubéola.
Para los que, como yo, pasamos biología en el colegio copiándole a la compañera de atrás, les cuento que básicamente la rubéola es
“una enfermedad producida por un virus (Togavirus) que se transmite por la vía aérea y tiene un período de incubación que va de 12 a 23 días. Entre las complicaciones de la enfermedad se encuentran la artralgia o artritis, rara en niños, pero frecuente en mujeres (70%), púrpura trombocitopénica 1 en 3.000 casos y encefalitis 1 en 5.000 casos.”
La verdad es que no se trata de una enfermedad mortal, ni es el Tercer Jinete de Apocalipsis, sino de unas
molestosas manchitas que causan comezón, duran 2 semanas y se van.
El problema es que, al igual que la flor carnívora de la
Fuerza-G, este bicharraco es un machista y feticida empedernido, por lo cual su mayor daño lo hace contra las mujeres. ¡Y PEOR AUN!
¡MUJERES EMBARAZADAS!... Que Hijo de…
Por suerte esta situación ya se previó, y desde hace rato ya que a todas las mujeres nacidas en Chile las vacunan contra este parásito indeseado, protegiéndolas a ellos a y a los que están por nacer de
uno de los peores inventos de Dios.Entonces, me dirá usted, inquisitivo lector, cual será el apuro de esta campaña.
¿Significará acaso que todas mis lectoras con deseos de llegar a la maternidad tendrán que posponer sus planes? No, lo dudo. Porque esta campaña no va dirigida a las mujeres,
sino que a los hombres.A ver, ¿Y no era que los peores efectos se los llevaba la mujer embarazada? ¿Qué nos vienen a molestar a los machos recios? Bueno, resulta que evidentemente siendo que el que más se perjudica es el feto, eso significa que previo a que haya un feto debe haber un embarazo, ¿no? Y para un embarazo (todavía) se necesitan 2 personas:
una rosadita y uno celestito.Entonces, desde 1990 se vacuna también a los niñitos chicos varones. ¿Y que pasó con los de antes? ¿Toda una generación temerosa de dañar a sus retoños por no haber sido vacunados a tiempo?
No temais.Resulta que ahora el Minsal se puso las pilas y lanzó
una campaña masiva de vacunación para hombres de 19 a 29 años, en la cual se nos insta a nosotros, ejemplares masculinos en edad reproductiva, a acudir al centro asistencial más cercano y ser inoculados para erradicar este flagelo de la sociedad.
Y si bien los comunicados del gobierno hacen un llamado a “ser solidarios y protectores” y a pesar del alto riesgo a ser llamado un machista individualista, he tomado la decisión de
NO APOYAR esta campaña de vacunación.
Holy Jesus. Evidentemente tengo mis motivos. Descartaré las teorías conspirativas sobre la implantación de chips hipnóticos que perpetúen a la Concertación o el curioso hecho de que es muy difícil contagiar a alguien inmune… y me referiré a los 4 motivos principales que llevaron a mi decisión:
-
Tengo fobia a las agujas-Si todos se vacunan nadie se
enferma. Si nadie se enferma, nadie me puede
contagiar. Si nadie me contagia, entonces
¿para qué vacunarse?-De verdad, no tengo intenciones (ni condiciones) de embarazar a nadie.
Pero la mayor razón, la que agrupa a todas las anteriores, las anula y las convierte en meros chistes y observaciones semi graciosas es que realmente me siento ofendido por la campaña en sí. Y no, no es que sienta pasados a llevar mis derechos ciudadanos. No. Lo que pasa es que la campaña publicitaria de este proceso es
TAN DE MIERDA, que francamente dan ganas de castigarlos. ¿No me cree? Mire.
De partida, con el nombre empezamos mal. El slogan oficial es
“Si eres hombre, vacúnate”. Esto puede tener 2 interpretaciones: la primera es la que dice relación con la TOTAL FALTA DE CREATIVIDAD de los tipos, o sea, la campaña va dirigida a hombres, que tienen que vacunarse. Yaaa… Ok… entonces… “si eres hombre tienes que vacunarte”. ¿Más corto? “Si eres hombre, vacúnate”.
GENIOS.Pero no, para apreciar mejor el contexto de la frase hay que ver el afiche de la campaña.

Ugh.
¿Vieron a lo que va? Acá hombre no se refiere al género, sino a esa ya arcaica concepción de que hombre=
machote=
Mr.T=
La Roca. O sea, los hombres hacen cosas rudas cada cierto tiempo para probar que son hombres. Comer tierra, saltar por fuego, matar osos… y ahora hay que vacunarse. No solo le están haciendo un grueso favor al Sernam reivindicando esa figura del “zorrón”, sino que además apela a la imbecilidad más grande que hay para incentivar la vacunación:
la hombría.De ser así, deberían poner un portero en la entrada del consultorio que revisara a la gente y dijera “Uhm, pectorales, 4 tatuajes, 5 hijos no reconocidos, si, usted es lo suficientemente hombre para vacunarse, dame esos 5”. Y uno llegaría entrando feliz de la vida mientras el tipo grandote te para y dice “a ver, a ver, a ver… ¿que mierda es eso?... ¿LENTES?... parece que se está equivocando, los exámenes para niñitas son en el pasillo 7. Vuelve con la cabeza de un búfalo y 3 cicatrices más y te dejo vacunarte”.
En serio, si para ellos ser hombre significa estar en la parada de los rudos y fortachones, entonces no me digan hombre. Un momento, que estoy diciendo…
A lo que quiero llegar es que si se quiere hacer una buena campaña que llegue a toda la población, hay que buscar las cosas que UNAN y no que DIVIDAN a un grupo etáreo objetivo. ¿Y qué es lo que une a todos los hombres de 19 a 29 años de edad, indistintivamente de su estrato social, color político o equipo de fútbol? A todos nos gustan
las mujeres.Eso ya lo saben los publicistas de… ¡TODOS LOS PRODUCTOS QUE HAY EN EL MERCADO! Si quieres vender algo, pon una mujer. Es triste, es feo, es indignante, claro que si. Pero es una materia de salud pública, ¿no?
Bueno, más de alguno me dirá “¿y qué pasa con los gay,
DISCRIMINADOR NAZI DE MIERDA?” Calma, calma, ¿recuerdan para qué era la campaña? “Para que hombres cuiden a sus mujeres en el embarazo”. No digo más.
Pareciera ser que en las escuelas de publicidad hay algún tipo de optativo o 2 corrientes distintas: los que se guían por el sentido común y la simplificación de la mente humana (los comerciales) y los que buscan hacer comerciales basados en el consenso y falsas relaciones interpersonales (los estatales).
Yo le daría la oportunidad a uno de los comerciales para que hiciera una campaña de este tipo. Aceptémoslo, hoy todo está a la venta. ¿Cuál sería mi propuesta de afiche para la campaña? Bueno, tomando en cuenta que el enfoque de la campaña es precisamente apuntar a ese público sexualmente activo que puede afectar un feto durante el embarazo y que, a la larga, se apunta a la responsabilidad que conlleva una vida sexualmente activa, mi propuesta sería algo más o menos así.

¿Genial, no? Pura sutileza. Díganme si ya no les dieron ganas de ir a vacunarse, discípulos distinguidos. Pues bien, si creen que esto ha terminado, se equivocan. Aun falta analizar una parte importantísima de la campaña: el Spot televisivo.
Pero por razones que desconozco, prefiero dejar eso para una segunda parte. Denle una vuelta al tema y el jueves tendremos la segunda parte y final de esta épica deconstrucción social de una de las peores campañas de salud pública de los últimos años.