Aug 2, 2007

Esas LOOOOOCAS Leyes




Mientras revisaba el RSS de la Tercera Online, me encuentro con un simpatiquísimo titular que decía más o menos algo como “la ley que pretende cambiar las fiestas de los chilenos”. Evidentemente mi curiosidad y aburrimiento por haber leído tanta noticia sobre el hallazgo del prófugo en la ahora oficialmente ciudad más facha de Chile (nota mental: y pensar que pude haberme topado con Iturriaga en la calle y ni me di cuneta… miediiiiiiitooooo) me llevó a curiosear y ver en que andan nuestros honorables parlamentarios escogidos a través de ese sistema tan pulcro y ciudadano como lo es el binominal.

Bueno, partí equivocándome descabelladamente, porque el proyecto viene como iniciativa de los ministerios de Transporte y Salud, lo cual fue una sorpresa ya que por fin el ministerio de René Cortázar se acordó de que hay algo más en la vida que el Transantiago.

De allí viene la segunda parte, quizás lo más importante de toda esta noticia: ¿Cómo demonios pretenden que una ley cambie las normas de la más solemnes forma de encuentro social en nuestra sociedad? ¿Qué tiene de malo el carrete como está? ¿Será la música, los temas que se conversan, los horarios de llegada, regular la cantidad de tallas que podemos tirarnos o erradicar de una vez por todas la ya inmortal charla sobre los monitos del pasado?

No, esta ley quiere cambiar el carrete y pretende hacerlo en serio, atacando al pilar fundamental de toda esta liturgia de fermentos y destilados: el copete.

Ya pensarán muchos “maldito gobierno, primero prohibiendo el cigarro y ahora prohibiendo el copete, vamos a quemar buses furbys por la rechupalla”.

Se equivocan.


Creo que por primera vez los políticos se están dando cuenta de lo inútil que resultan las leyes prohibitivas. Esta ley apunta a modificar de raíz nuestra tolerancia al alcohol. Señoras y señores, estamos hablando de una ley tan fuerte que revolucionará los estómagos, hígados y cabezas de todas las chilenas y chilenos.

¿Y cómo? Bueno. Según la actual ley de tránsito, cuando se realizan los tests de medición de alcohol en la sangre, cuando hay una cantidad entre 0,5 y 0,99 gramos de alcohol por litro de sangre se considera que uno está “bajo la influencia del alcohol”, en distintos grados. Cuando la cantidad supera el umbral de 1 gramo por litro de sangre, se está frente a una persona en “estado de ebriedad”. Un curagüilla.

Con la nueva ley, lo que se pretende es rebajar esa delgada línea que separa al entonado del curado odioso, dejando en 0,5 el límite con el cual podremos pasar con toda la confianza del mundo la prueba del “Iquique Glorioso”.

Si no le quedó claro, citaré al artículo quien lo pone con palabras bastante tajantes:

[…]con tres vasos chicos de vino o de cerveza, ya se estará en estado de ebriedad.[…]

¿Qué tal, Pascual? 3 vasos de cerveza y quedaremos raja. Que buena onda. 3 vasos de cerveza y todo Chile estará ebrio. No se como lo harán, pero si la ley así lo dice, tendrá que ser así.

Lo más entretenido, encuentro yo, es la justificación a esta normativa. Se supone que han estado haciendo estudios de mercado y llamado a enólogos para entender que demonios toma el chileno, y después de varios estudios, consultorías extrañas y pruebas en terreno, se llegó a la obvia IMPACTANTE CONCLUSIÓN de que en Chile lo que más se toma es vino y cerveza (porque el pisco es peruano, no lo olviden).

¿Y que comparten ambas bebidas? Las 2 tienen un bajo grado alcohólico. Es decir, el chileno es mamón para tomar. Por lo mismo, como somos cobardes, tenemos nula cultura etílica y empezamos a hablar tonteras si nos comemos un bombón de licor o un helado de pasas al ron, es que las autoridades decidieron bajar a un nivel más acorde a nuestra realidad el momento de nuestra embriaguez.

Ahora, no entiendo a que se refiere el artículo cuando dice que la cultura podría cambiar a favor DE LA CERVEZA… o sea… como si no lo estuviera ahora No se si será falta de comprensión lectora mía o no, pero parece que hay que sacar a nuestra amiga Angélica más seguido.

¿Qué pasará si el proyecto se aprueba? ¿En realidad comenzaremos a curarnos al tercer vaso? ¿Y que pasará con los que nos gusta el vodka o el ron? Habrá que empezar a servirse con gotero. Y quien sabe, quizás en unos años más se nos diga que 4 vasos grandes de bebida también nos emborrachen, por los efectos del gas y el azúcar, o que solo 2 cucharaditas se permiten al café, ya que la tercera nos producirá diabetes.

De todas formas, creo que los únicos que tendrán que preocuparse de verdad son los que manejan, ya que ellos son los que tendrán que seguir soplando la cosita del carabinero (si, fue a propósito).

Viendo el lado positivo de la vida, es un motivo más para no aprender a manejar. Y NO, NO TIENE NADA QUE VER QUE HAYA FALLADO 2 VECES EL EXAMEN. Paren con eso. No se quien les dijo…

1 comment:

Anonymous said...

Soy el único que atraparian por estar ebrio con bebida. XD